Día de la Raza 2011: 519 años sin entender nada


Si la humanidad no fuese una nebulosa de hipocresía, una nación que condena las prácticas racistas no celebraría el día de la raza. Pero somos porteños blancos, latinos cuando aborrecemos el genocidio de los pueblos originarios, y europeos cuando nos molesta la cumbia sin auricular. Buenos Aires no es París ni va a serlo nunca. París recibe ese nombre por los Parisii, pueblo originario de la rivera del Sena conquistado por los galos, que a su vez fueron conquistados por los romanos, que a su vez fueron conquistados por lo francos. Es una ciudad testigo de los vaivenes de las sucesivas guerras tribales como hoy sería cualquier ciudad Inca sino hubiera sido por nosotros, los blancos, que cortamos el desarrollo de una civilización. ¿Nosotros los blancos? ¿Pero qué tengo que ver yo con Colón, Cortez, Garay, Roca y toda esa manga de genocidas? Nosotros, los porteños del 2011, somos los que genuinamente sentimos fascinación por las calles de París pero no podemos reconocer la belleza de un mercado paceño. Negros de mierda. Sucios. Villeros. Subcultura. Eso es lo que pensamos de quienes nuestros parientes lejanos vinieron a matar. ¿Estamos tan lejos de ellos?
El campesinado andino sigue siendo segregado por nuestra cultura que le ofrece migajas, y nos quejamos porque ensucian el piso cuando se agachan a recogerlas. Siempre derechos y humanos, por supuesto. Esos Qom que vienen a cortar 9 de Julio a reclamar que les den tierras. ¡Vayan a laburar, negros de mierda!, decimos los blancos, estúpidos, que celebramos el día de la raza. Los usurpadores somos nosotros, ¿qué parte no entendimos?
Pero cuando queremos ser compasivos y pensamos que todos deberíamos tener las mismas posibilidades les brindamos el acceso a la educación, les enseñamos la historia de nuestro pueblo europeo y como despojamos a sus antepasados de la cultura y de la dignidad. Siempre en español, y si se puede en inglés mucho mejor. ¿Se imaginan el quechua como el idioma oficial de un colegio de San Isidro? La conquista no pasó hace 500 años, como todo crimen de lesa humanidad es condenable mientras se siga ejecutando. La conquista continúa hoy, y va a continuar mientras no entendamos que somos huéspedes indeseables en una tierra que no nos pertenece, que la tomamos por asalto, la explotamos, la desangramos y lo seguimos haciendo. No se puede volver el tiempo atrás, el patrimonio de una cultura abolida no se recupera, pero al menos tengamos el decoro de integrarnos con los descendientes. América Latina puede ser una cultura, pero para eso los blancos tenemos que ceder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog