Arqueología del futuro

Imágen computarizada del rito de apareamineto humano, recreada según los fósiles de Punta del Este.
El rito del apareamiento fue uno de los comportamientos más complejos y heterodoxos del humano. El macho, al parecer, se adornaba con una fina cadena de un metal amarillento al que llamaban oro para atraer la atención de las hembras. Este homo cachocastañasis, como se lo denominó en honor al fósil desenterrado de las ruinas de Constitución, vivió su apogeo hacia finales del siglo XX. Un grupo de científicos sostiene que el uso de la cadenita de oro no respondería al comportamiento sexual, sino que representaba algún tipo de ícono religioso. Sin embargo, y esto lo sostienen las diversas escuelas, la combinación "pectoral velludo-cadena de oro" sería interpretado en todos los casos como signo de virilidad. La utilización que se le daba a la cadena de oro durante el acto sexual, aún es desconocida para la ciencia; lo mismo que el extraño hallazgo ocurrido durante la excavación en los yacimientos de Punta del Este, y que diera origen a la "Teoría de la Histeria". Se sabe, gracias a los de fósiles de Punta, que la humano hembra ocultaba sus pectorales bajo un trozo de tela. La teoría de la histeria sostiene que el origen de ese comportamiento debe rastrearse en los propios pechos de la hembra, que además de amamantar a las crías, tendrían alguna participación durante el acto sexual. Algunos científicos piensan que cubrir los pechos de la vista del macho, obedecería a la conducta filogenética de la estimulación imaginaria. La imaginación - una de las principales funciones cognitivas por las cuales el humano destacara del resto de los simios -, tendría en los machos un coeficiente de excitación hormonal mayor que la constatación empírica del pecho. Estos mismos científicos afirman que el gran logro evolutivo del pulgar en oposición, responde a esta misma cualidad imaginativa y su correlativa descarga sexual mediante el uso adaptativo de la mano. De todos modos, hay detractores de la teoría de la histeria quienes piensan que el trozo de tela sobre el pecho de la hembra tendría una vinculación supersticiosa con la cadena de oro de su par macho. Estos científicos, los mismos que sostienen el uso "religioso" de la cadenita de oro, piensan que ocultar los pechos era parte de una creencia a la que llamaban "moral". Ambas, el ícono en la cadenita del macho y la mordaza sobre el pecho de la hembra, formarían parte del mismo culto religioso, e incluso, indican quienes aceptan esa teoría, que los machos también ocultaban sus genitales y que las hembras utilizaban cadenitas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog