La Prensa Hegemónica



Hay dos formas de lograr la adhesión, una es a través del apoyo popular y la otra es creando un monopolio. La hegemonía de Clarín consiste en abusar del poderío económico para aniquilar la competencia. No existe la libertad cuando no hay opciones de elección, y ustedes poseen doscientos y pico de canales.
Por lo general, la mentira de los medios hegemónicos consiste en ocultar la fuente de la información, pero cuando se trata de una columna de opinión, más cerca de la filosofía que de la noticia, la mentira tiene patas cortísimas. Es el caso de esta columna, cuyo eje es por un lado difamar al gobierno – como siempre -, pero por otro trae la novedad de levantar una defensa institucional frente a la derrota de las PASO. Comienza con una pequeña mentira, señalando que su diario es "no afín" a la política de gobierno. Este tipo de mentiras son bastante comunes del pensamiento hegemónico con sede en Nueva York. Si uno lo estudia bajo la lupa, la invasión a Libia para "liberar al pueblo de la opresión" en vez de "robar petróleo", es metodológicamente idéntica a escribir "medios no afines" para ocultar "medios contrarios" y así guardar el puesto de gendarme de la política nacional. Los intereses económicos tienen mala prensa, por eso se ocultan con eufemismos. Nadie le cree a Clarín que enfrenta al gobierno para "liberar el pueblo argentino de la opresión", sino que como en Libia la OTAN, aquí los cipayos también van por dinero.
Entre otras de las pequeñas mentiras de esta columna, cabe destacar en un lugar excepcional a "el poder seduce siempre a algunos periodistas", comparando una mesa de debate con un brindis con champagne. Cierto poder seduce a ciertos periodistas, sería el acercamiento más sincero sin entrar en nombres propios, o tenemos que pensar que a este periodista no lo seduce el poder porque es un librepensador independiente… En fin, otra trampa de la lógica que encierra esta columna es la crítica de moda: La prensa no hace lobby de opinión pública. Por un lado, olvida el sentido de su profesión de comunicador social. Está bien que la gente, aparte de mirar la calle, se informe a la hora de elegir a quién votar. Clarín esta vez no logró decidir el voto porque no fueron eficaces, no porque no lo hayan intentado. Además, el analfabetismo más importante de este tiempo no es el de los electores, sino el de la prensa hegemónica que, si les tengo que creer su sinceridad e independencia, son unos pésimos observadores de la realidad. 50 a 12 no puede pasar desapercibido a un periodista, por más inepto que sea.
Por último, una reflexión muy sencilla. ¿Si ustedes no fueron los derrotados de esta elección, por qué están hablando por los candidatos? ¿Dónde están Duhalde, Alfonsín, Carrió, etc? Visto y considerando que ninguno de ellos va a lograr los votos, la corporación los escondió y los puso a ustedes, periodistas, a defender un modelo de país que después del 2001 no convence a nadie. La autocrítica que les pido no es la de "derrotados", es la de periodistas argentinos. ¿O acaso no les molesta ser la repetidora de CNN?

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