P.A.S.O 2011: La consolidación de un proyecto


No hay nada más peligroso que festejar antes de tiempo, pero después de tanto globo en la primera mitad del año estuvo más que justificado. A mí el escrutinio me agarró trabajando, con dos handies que no paraban de sonar, un teléfono que se derretía y toda la información proveniente de un televisor sin volumen con la pantalla de TN. En un momento que pude despegar la vista del monitor, un zócalo anunciaba el final de los comicios. 18:09 decía el reloj, y no habían puesto la placa del ganador. Me ilusioné, la derrota debía ser grande para que no la publicaran, pero cuando a las nueve volví a girar la cabeza y me encontré con un 50 a 12, con Duhalde tercero y Lilita compitiendo con Altamira, no lo podía creer. Las PASO son a la política lo que un amistoso es al fútbol, sirven para saber dónde estás parado. Es raro festejar algo que no se tiene, pero también es difícil contener el grito cuando uno se siente orgulloso. El apoyo masivo a un proyecto de país independiente, integrador y solidario es un paso adelante en la lucha frente a la hegemonía colonialista que durante tantos años nos sometió. El modelo de Argentina que mira para afuera, que compite con el vecino, que importa cultura, que descuida al ciudadano fue el que perdió el domingo. No se festejó una victoria, se celebró el hecho de que dos siglos después, el pueblo argentino ya no compra espejitos de colores. El mundo está cambiando, y que Latinoamérica se pliegue como un bloque que toma sus propias decisiones pesa más que unos cuantos globos y la música de Queen. Argentina cambió, los argentinos cambiamos y estamos felices, orgullosos porque sabemos los que nos costó lograrlo. Convivimos veinticuatro horas con una picadora de cerebros que escupe sangre por la pantalla de TV, y a pesar de eso la gente votó con inteligencia. Es un triunfo de la cultura, también. La Argentina modelo "Paka Paka" está ganándole un espacio al universo Panam. La demostración de que hay otra forma de hacer la cosas es el capital político más importante de Cristina. La mitad de los argentinos estamos hartos de escuchar a periodistas mercenarios, de que la calidad de un artista se mida en términos de aceptación mediática y de que la política sea publicidad. No les creemos más. Nos parece ofensivo y denigrante que el Jefe de Gobierno decida no participar de la democracia porque está en un crucero descansando del stress de su campaña electoral.
Faltan dos meses, todavía. La oposición probablemente haya bajado los brazos para octubre; pero si como todo lo indica, el gobierno profundiza la política de inclusión durante los próximos cuatro años, el período 2011 – 2015 va a ser bravo. Lo que hoy se ve como concordia de agradecimientos telefónicos va a estallar en una guerra abierta para torcer la voluntad popular; porque como dicen las viejas "el que tiene el poder no lo suelta" y la oligarquía actualmente opositora lo tiene hace doscientos años en el bolsillo del pantalón. El domingo el pueblo dio una muestra de madurez, confirmó que le cree más a sus propios ojos que a los mediatizados por la prensa. Es un gigantesco logro para un país obscenamente devastado por cipayos y el discurso psicópata del "país en serio". Contrarrestemos el vacío con cultura, pongamos sobre la mesa eso que nos robaron los militares con la fuga de cerebros y que después cubrieron con palabras en inglés. "El pueblo unido jamás será vencido", es tiempo de que lo empecemos a entender para que el Nunca Menos se imponga con tanta fuerza como el Nunca Más.
Felicitaciones, compañeros. Vamos por oKtubre.

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